Terapia Ocupacional

La Terapia Ocupacional es una disciplina socio-sanitaria que tiene como objetivo principal capacitar a la persona para que pueda realizar las actividades de la vida diaria con la máxima autonomía posible e integrarse en su entorno.

METODOLOGÍA

> Hacemos una evaluación inicial de la persona y diseñamos un plan de entrenamiento individual.
> Valoramos las actividades de la vida diaria, básicas e instrumentales que están afectadas.
> Hacemos una valoración motora de las extremidades superiores para detectar déficits.
> Evaluamos el uso de productos de apoyo, en caso de que sea necesario (bastones, silla de ruedas, ayudas para el baño...).
> Valoramos el entorno físico de la persona.

Uno de los objetivos que busca la terapia ocupacional es que la persona pueda realizar actividades cotidianas básicas.

Cuando resulta posible, se abordan otras actividades más complejas como, por ejemplo, cocinar o comprar. Además, se trabajan estrategias para que la persona pueda adaptarse al entorno y superar barreras arquitectónicas o urbanísticas.

La terapia ocupacional es necesaria en neurorrehabilitación porque todas las personas tenemos la necesidad realizar actividades para poder desarrollarnos como seres humanos, sentirnos realizados y mantener nuestro bienestar emocional.

Por este motivo, es muy importante que las personas con afecciones neurológicas puedan sentir que son capaces de interactuar con su entorno y con otras personas, ya sean amigos, familiares o desconocidos.


Las diversas actividades que se incluyen en el tratamiento se emplean de forma terapéutica para prevenir enfermedades o discapacidades, para mantener la salud y para rehabilitar las funcionalidades perdidas.


La capacidad de relacionarse y de realizar actividades cotidianas de forma autónoma influyen en el bienestar y la salud.

Gracias a la terapia ocupacional, los/las pacientes pueden alcanzar diversos objetivos:

> Realizar sus rutinas diarias básicas.
> Aumentar la fuerza y la movilidad.
> Mejorar el autocuidado.
> Realizar labores más complejas, como comprar y cocinar.
> Disfrutar de actividades de ocio.
> Viajar en transporte público.

En ocasiones, para alcanzar un grado de autonomía óptimo puede ser necesario adaptar el domicilio para facilitar la movilidad o proporcionar al paciente ayuda ortopédica.

El objetivo siempre es que la persona logre una mayor sensación de satisfacción y bienestar y se sienta motivada para seguir trabajando en su movilidad.