La logopedia trata un amplio abanico de trastornos relacionados con la voz, el habla y la comunicación. Además, también puede ayudar a las personas con dificultades para tragar.
Esta terapia sirve tanto en el caso de niños con problemas de lenguaje o audición como en adultos que padecen las consecuencias de un traumatismo craneoencefálico, de lesiones neurológicas o de enfermedades relacionadas con el envejecimiento.
Los tratamientos se diseñan en función de cada patología. En algunos casos, consistirán en técnicas para evitar que la persona se atragante al comer o al beber. En otros casos, se centra en mejorar las habilidades de comunicación oral para que el paciente logre hablar con seguridad y claridad.
La logopedia trabaja en común con otras disciplinas, ya que las causas y los problemas del habla y el lenguaje pueden ser muy variados. Las áreas afectadas pueden ser la audición, la pronunciación, la disfagia, entre otras. Las causas pueden ser físicas (enfermedades o traumatismos) y también psicológicas.